Grand Slam sobre polvo de ladrillo de Roland Garros.

Tanto para Uruguay como para Perú, este fue el primer título en adultos masculinos en el histórico Abierto francés.

Pero, más allá de lo estrictamente formal de la victoria, uno de los aspectos a destacar es la excelencia con la que el dúo sudamericano se coronó campeón.

Desde el primer momento Cuevas y Horna se mostraron muy concentrados y se complementaron de manera brillante en cada uno de los movimientos en la cancha.

Las estadísticas del partido hablan por sí solas y muestran que la pareja colocó el 71% de los puntos en primeros servicios, mientras que Nestor y Zimonjic sólo ganaron el 58%. Ese aspecto de los primeros servicios, jugó un papel de suma trascendencia, ya que el 78% de los puntos conseguidos en el encuentro llegaron por esa vía.

Pero no sólo de los buenos saques se valió la pareja ganadora. Cuando el uruguayo jugó en el fondo fue una pesadilla para los rivales colocando varias veces una serie de reveses cruzados y a la altura de los pies que eran imposibles de devolver.

Ahí también pesó el salteño ya que otra de las grandes diferencias entre ambas parejas fue la cantidad de puntos ganados en las devoluciones. La dupla Cuevas-Horna devolvió con éxito el 45% de las veces mientras que sus rivales lo hicieron sólo el 24%.

Además, tanto Cuevas como Horna no cometieron dobles faltas mientras sus rivales hicieron dos.

Toda esta contundencia no es casual. El uruguayo tuvo un torneo excelente y para respaldar esta aseveración no es necesario decir más que solamente le quebraron el saque una vez en todo el certamen.

El partido fue dinámico. El primer set en el court Philippe Chatrier del estadio parisino fue un auténtico paseo para los sudamericanos, que lo ganaron por 6-2 en apenas 23 minutos, tras quebrar el servicio de los rivales en 1-0 y 3-0.

En el segundo, el dúo serbio-canadiense comenzó más sólido y mantuvo su saque en el primer juego, pero lo perdió en el tercero (2-1). Pero el dominio de los sudamericanos fue claro, por momentos apabullante, y liquidaron una final de este nivel en menos de una hora (en total 56 minutos).

El trofeo les fue entregado por el ex tenista ecuatoriano Andrés Gómez, ganador de Roland Garros en 1990 al imponerse en la final al estadounidense Andre Agassi.

"Perú y Ecuador son países muy cercanos; recibir el trofeo de sus manos fue grande", señaló Horna.

Ambos jugadores, tras festejar con una cena, partieron a Varsovia. "Ojalá que las cosas cambien al final del año, y entremos en el Masters. Por ahora seguimos cada uno por su lado", comentó Cuevas.

Horna, de 27 años, fue finalista en juniors en 1997 y campeón en dobles de la categoría ese mismo año. Para Cuevas, de 22, este es su primer gran triunfo. El único gran éxito uruguayo en Roland Garros fue el título de dobles mixtos logrado en 1975 por Fiorella Bonicelli junto al brasileño Tomas Koch.
 
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