de comunicación, Jorge Rial, fue homenajeado en Punta del Este.

Nos dimos una vuelta por varios artículos y comentarios generados por la definición de Mardones y obviamente, tenemos nuestra opinión, faltaba más, diría La Chona...

Nos causó gracia leer en un foro a un participante quejarse porque se hablaba de cobrar impuestos a programas chatarra como los que vienen de Argentina, "más impuestos noooo" dijo el participante.

El pequeño detalle es que de gravarse esas producciones el incremento deberá ser absorbido por los canales de TV locales que los compren y para nada, puede ser trasladable al consumidor de TV abierta, no hay forma.

Cada vez que se habla de estos temas se insiste con la necesidad de realizar producciones culturales e invariablemente, uno traduce la información y se imagina esos programas aburrídisimos de la Televisión Nacional que cuesta sentarse a verlos.

Hablando de Televisión Nacional.

El martes, almorzando, estaba mirando Buscadores; créase o no, primero Gorzy tuvo que ir a la pausa porque no podían hablar por el ruido que tapaba las voces, generado al parecer por un martilo neumático utilizado en obras en el Complejo del Sodre de Bulevar Artigas.

Volvieron a estudios, muy risueños, bromeando y a los pocos minutos se empezaron  a mirar sorprendidos otra vez porque el ruido era insoportable pero, esta vez, eran martillazos comunes pero no por ello, más silenciosos.

En este caso ¿de que habría que hablar? ¿administración chatarra?.

Pero, yendo a lo que importa.

Nos da lo mismo que sea por impuestos, por legislación, por lo que sea, pero de alguna manera habría que empezar a controlar la depredación cultural que se sufre a través de los medios masivos, fundamentalmente la televisón y la gráfica; una vez más, la radio es la excepción, al menos, una de las latas trae a Dolina

La estupidización que generan los Tinelli, Rial,las tiras y otras yerbas que vienen de allende el río, han influído tanto que, a pesar que coincidimos que hay que frenarlos, también debemos reconocer que es demasiado tarde para revertir el daño cultural ya asimilado.

Por aquí ya somos expertos en cumbia villera, en gatos, en sacar la perra, en perder la brújula y endiosar, no solo admitir, a todos quienen representan lo más enfermizo de ese sector de la sociedad porteña.

Algún día habrá que empezar a depurar y quizás, cuando nuestros nietos sean adultos, habremos recuperado al ser nacional con cierta cultura, cierto buen gusto y ciertos valores.
PD. Que conste, dentro de la estupidización estamos nosotros; en casa se consume chatarra...