Las grandes mayoristas, necesitadas de mover millones de clientes para obtener beneficios satisfactorios, han tenido que trabajar cada vez más en el último lustro con márgenes cada vez más reducidos. Faltos de reflejos y de la indudable visión estratégica de sus predecesores, dejaron pasar un tiempo precioso que hizo posible la caída de las antes sólidas barreras que protegían sus negocios.Ahora, recuperados unos TT.OO. más que otros- del susto, cuando no dinamizados por los temores, intentan reinventarse a sí mismos. Unos apuestan por las fusiones y absorciones para ganar tamaño y posibles economías de escala. Otros pretenden segregarse, quitarse de encima el lastre del pasado y reorientarse, con menor dimensión, hacia otro tipo de productos y de clientes. Y esto es lo que parece que quieren hacer los rectores de una First Choice cada vez menos capaz de mantener el pulso a sus competidores más fuertes.
fuente: www.preferente.com