por Sergio Antonio Herrera
Ayer nos llamó un amigo motivado por nuestro artículo
Subir un escalón
y nos preguntó: "Si una entidad suprema te concede la posibilidad de
pedir algo para el turismo uruguayo, ¿qué le pedirías?".
Sin dudarlo respondimos: "Un Plan Nacional de Turismo", entonces nuestro interlocutor dijo:"Yo le pediría inversiones".
Tampoco tenemos la más mínima duda que con inversiones contundentes se genera desarrollo y puede crecer la actividad pero...
En este período de gobierno no son pocas las inversiones que se han dado y las que están anunciadas continuarán llegando pero...
A nuestro entender, seguimos desordenados, como transeúntes de un gran parque anárquico, donde todos los días hay noticias de proyectos diferentes, de inauguraciones diferentes, de cursos diferentes, de iniciativas diferentes y todo, como nuestra definición lo dice, en medio de un gran barullo.
Entonces, viene un periodista del Washington Post y nos regala la metralleta promocional que significa decir en su medio que Montevideo es la otra Meca del Tango (
Tango: ¿nuestro o de ellos?) y no tenemos casi nada para sustentar o a nuestra vez promover una plaza tanguera.
Hay que tener siempre abierta la puerta para las inversiones, una posición en contrario no resistiría el más mínimo análisis pero, en el largo plazo que es lo que importa realmente, necesitamso un plan, una estrategia consensuada y parar, de una buena vez, con los caprichos de algunos personajes solitarios encaramados coyunturalmente en alguna parcela de poder desde la que mueven los hilos a su beneficio privado, cada vez más ostensible. Nos vemos.