Acompañando a Maciñeiras acudieron al encuentro la presidenta del Comité de Transportes por Ferrocarril de CEAVYT, Maricruz Pérez Valdivielso, y el director administrativo de AEDAVE, Pedro Fernández. Aunque quedaron algunos flecos por tratar, el presidente de CEAVYT ha dicho que el balance ha sido positivo. Queda abierta la cuestión económica. Trataremos de conseguir una situación intermedia entre lo que tenemos hoy y su propuesta o pretensión, ha asegurado. Personalmente soy optimista continúa- por lo que espero, y deseo, que Renfe entienda que con los sencillos planteamientos que hemos hecho podremos solucionar la situación actual de enfrentamiento con las agencias, convirtiéndola en una situación amistosa. Relación que podría dar ventajas a ambas partes.
Igualdad de condiciones
Además de la preocupación por la propuesta económica de la ferroviaria, CEAVYT planteó asuntos jurídicos con los que está en desacuerdo. Según nuestros asesores jurídicos, el contrato que Renfe mantiene con las agencias de viajes de España, a pesar de que en su redactado habla de un plazo determinado, debido a que han transcurrido más de seis años, al no ser comunicadas las prórrogas, ni anunciadas de hecho, es un contrato indefinido sometido bajo la ley de agencias, ha asegurado Maciñeiras.
CEAVYT resalta que el documento que Renfe envió, a modo de carta renovación, tiene algunos defectos de forma que se han puesto de manifiesto. En principio, la empresa pública los ha reconocido y están a expensas de lo que pronto diga su departamento jurídico, pero la confederación cree que no tendrá ninguna reacción en contra. Con ese documento da la impresión de que se renueva un contrato y en él no se hace mención a los derechos históricos adquiridos. Por lo que CEAVYT ha propuesto una cláusula en la que se hace mención a que se respetarán los derechos históricos adquiridos con las agencias de viajes españolas y que ese contrato está suscrito de acuerdo con la ley de agencias.
Eso tiene una importancia fundamental, ya que la carta que había enviado la ferroviaria decía que era una renovación de aquel contrato, y por lo tanto a partir de ahora tendría validez de un año y se podría renovar anualmente. Asimismo, con un mes de antelación podía ser renunciado sin ningún requisito por cualquiera de las dos partes y en el caso de que cualquiera de ellas quisiera rescindirlo se hacía una renuncia expresa a cualquier otro tipo de gratificación o remuneración, excepto la liquidación del mismo por el propio contrato durante ese periodo de un año. Maciñeiras le ha propuesto a Renfe que en caso de que alguna de las partes propusiera una renovación y la otra no la aceptase, inmediatamente se produciría una rescisión del contrato y en ese caso serían aplicables las cláusulas indemnizatorias que contempla la ley de agencias.
Transparencia
Por otra parte, la confederación ha pedido transparencia e igualdad de oportunidades. Al igual que en las conversaciones mantenidas con Spanair, ellos están dispuestos a plasmar en un documento que cualquier acción comercial emprendida por Renfe tendría el mismo carácter si los billetes fuesen comprados en la propia Renfe, en internet, en Adif o en una agencia de viajes. Y que cualquier publicidad que se haga por parte de la ferroviaria indique todos los lugares donde se pueden adquirir, incluidas las agencias de viajes.
También se hablaron de temas técnicos, como el equivalente al quinto cupón de las aerolíneas. Es decir, que exista un documento final que a título de recibo permita a la agencia de viajes emitir un documento anexo al billete en el que se describa todo lo que el cliente ha abonado: importe, impuestos y cargo de emisión.
Ahora es el turno de Renfe. Se ha comprometido a analizar las manifestaciones de CEAVYT con sus asesores jurídicos y en breve le enviaran un redactado explicando sus propuestas.
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