El pasado mes de julio, en el que la aerolínea de bandera uruguaya transportó más de 50.000 pasajeros, en su mayoría en el hub regional (número similar al de enero), vio como el 53% de ellos, más de 28.000 se vieron afectados por las demoras decretadas por medidas gremiales de los ATC (Controladores de Tráfico Aéreo) uruguayos.
En este período se demoraron un total de 437 vuelos; el promedio de atraso de cada uno fue de 65 minutos y sumados, un total de 28.323.
En el caso de la aerolínea de bandera uruguaya, en momentos en que hace un gran esfuerzo para instalar la operación a modo de hub, el conflicto de los ATC le ha hecho perder puntualidad en su malla en un porcentaje que supera largamente el 50%.
La industria de la aviación, en estos momentos debe evaluar permanentemente todos los indicadores y ello se aprecia cada vez que hay declaraciones de un ejecutivo.
Días atrás, reproducíamos estimaciones de Patricio Sepúlveda, Vice Presidente de IATA para América Latina y Caribe efectuadas en Montevideo, donde decía que en un año, el sector está soportando pérdidas por un monto aproximado a los 12 billones de dólares por causa del aumento del precio del petróleo.
En un momento de la charla que mantuvo con nosotros Sepúlveda, en un instante que se integró también Mario Amestoy, Gerente General de la Cámara de Comercio de la Aeronáutica de nuestro país, se mostró preocupado con el conflicto entre el gobierno uruguayo y los ATC e inclusive, mostró disposición para realizar gestiones.
Precisamente, hablando de estimaciones, la industria maneja dos criterios posibles: uno de ellos es que cada minuto de demora por vuelo equivale a USD 150. El segundo criterio dice que cada pasajero/minuto de demora cuesta USD 5.
Si el cálculo se realiza de acuerdo al primer criterio, el más realista, PLUNA habría perdido en este lapso, unos 4 millones de dólares (como lo indicó El País el viernes) y si se hace del otro modo, el costo del conflicto treparía a los 9 millones pero no es este el caso.
Fuentes consultadas expresan el gran desasosiego que impera en todos los involucrados en la operación en la principal terminál aérea del país, el Aeropuerto Internacional de Carrasco y el sentimiento de impotencia que genera comprobar que pasan los días y la situación sigue incambiada.
Redacción del Portal del Uruguay
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