por Sergio Antonio Herrera
Dadas las condicionantes actuales, solo Dios sabe que va a pasar en la próxima temporada estival.
El comentario recurrente entre los stands de los diferentes sectores de
la reciente FIT nos llegaba a modo de pregunta: ¿flojita la cosa no?.
¿Quiere decir esto que la temporada va a ser pobre?.
Sería muy temeraria una afirmación en tal sentido y no es precisamente, nuestro pronóstico.
Creemos que la incidencia del turismo brasileño en los grandes números se va a mantener; no coincidimos con quienes dicen que la llegada de extrarregionales caerá en picada y como es obvio, esperamos a los argentinos de siempre.
Es inminente (ojalá nos equivoquemos y todos se equivoquen)la explosión de la burbuja K.
Pero así y todo, como ya hace mucho tiempo lo dijo el Presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, Luis Borsari: "habrá más o menos flujo de turistas pero en Punta del Este no habrá más temporadas malas".
Y si Punta del Este no tiene una mala temporada, los números dan, de eso no habrá dudas.
Y es en estos momentos donde hay que hacer una gran precisión, un gran llamado a la cautela.
Si la del verano 2008-2009 llega a ser una gran temporada, será como resultado de las condicionantes reinantes en ese momento, de las decisiones de los clientes y de las bondades de la oferta.
Si la del verano 2008-2009 llega a ser una temporada floja, será como resultado de las condicionantes reinantes en ese momento, de las decisiones de los clientes, a pesar de las bondades de la oferta.
¿Qué es lo que queremos decir con ésto?
Fácil y de ingenio.
No habrá ni triunfadores ni culpables legítimos hablando por TV cuando lleguen las tediosas evaluaciones.
Punta del Este no fue construida para este verano, tiene muchos años de antigüedad.
El resto de los destinos turísticos del país, en algunos casos, es más añejo que nuestro principal balneario.
Las bolsas de valores y los especuladores, se remontan a varios siglos.
Por lo tanto, ni héroes ni malvados.En todo caso, actores satisfechos por el esfuerzo o apesadumbrados a pesar del esfuerzo, nada más que eso. Nos vemos.