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Domingo, 09 Noviembre 2008 21:12

La crisis llegó antes que los turistas

 Los diferentes actores de la actividad privada se están manifestando, un día si y al otro también, preocupados por la crisis y ya se empiezan a oír afirmaciones en el sentido de denunciar la falta de
extrarregionales y las preocupantes cancelaciones de reservas.

No son pocos quienes indican la urgente necesidad de rebajar precios y también, variar la estrategia publicitaria.

En ese sentido hace un par de semanas, a los pocos días de realizado el Seminario ¿Cómo puede el turismo superar la crisis global?, se manifestaron los empresarios de Punta del Este, quienes ese mismo día, se presentaron en el Ministerio de Turismo y pidieron medidas en tal sentido..

La aplicación del IRPF a las transacciones inmobiliarias es uno de los obstáculos que aparecen como decisivos para arruinarle la temporada a los empresarios del sector; Luis Borsari, en su doble carácter de agente inmobiliario y Presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, ha tomado la bandera de esta reivindicación y sostiene que "el enlentecimiento se debe a diversos factores y se ha creado mucha más informalidad en este rubro. El IRPF (Impuesto a la Renta de las Personas Físicas) es uno de los responsables. Los veraneantes se vuelcan a alquilar con gente ilegal que no cumple el rol de agente de retención. El año pasado lo sufrimos y este año será más todavía. La crisis es otro factor, así como la devaluación en Brasil", dijo en declaraciones a El País.

A comienzos de la semana pasada,dirigida a las jerarquías ministeriales y de la CAMTUR, se envió una carta que en su parte medular dice: " Los Operadores de Turismo Receptivo que integran la Comision homónima de Audavi y que abajo suscriben, hemos resuelto hacerles llegar nuestra preocupación, en virtud de la crisis mundial que está haciendo peligrar la actual temporada turística y el resto del año, en todos sus segmentos: hoteleria, transporte aéreo, fluvial y terrestre, gastronomía en general, asi como todos los demás servicios anexos. Las consecuencias de la situación mundial ya se han empezado a notar en
cancelaciones de reservas tanto de pasajeros individuales, grupos, posible disminución de pasajeros de cruceros, por lo que solicitamos una urgente toma de conciencia y medidas ante esta alarmante situacion que permita revertir la misma y amortiguar el impacto negativo en nuestros negocios y por ende en la economía del pais."

Y todos, como por arte de magia, periodismo incluído, posan sus miradas en el edificio ubicado a la entrada del Puerto de Montevideo, como si San Lescano pudiera, con la varita mágica, arreglar todos los desastres.

Lo advertimos hace escasas horas, el jueves 6 de noviembre pasado en nuestro artículo: Mucho ruido, pocas nueces, gran incertidumbre, algunas certezas mirando la próxima temporada, cuando llegue el tedioso momento de las evaluaciones, no habrá héroes ni malvados, en todo caso, actores satisfechos por el esfuerzo o, apesadumbrados a pesar del esfuerzo.

Lo que se haga de aquí en más, puede ayudar si se hace bien o puede empeorar si se erra.

La única forma de seudo-blindar las temporadas o el ejercicio anual de los destinos es trabajar cuando se debe, como se debe y con claras políticas de Estado.

La improvisación, la repentización, es una práctica que no debe existir en actividades que se precien de serias como pretendemos que sea el turismo.

Si bien el márquetin transita por la delgada línea que no lo termina de definir como arte o ciencia; contar con expertos en esa disciplina, es la gran asignatura pendiente del turismo uruguayo (público y privado)y habría que, urgentemente, exonerarla.

Aún si hubiésemos, acertado con la estrategia, si se hubiese encomendado ese trabajo a los técnicos idóneos y no, como lamentablemente se hizo, una crisis del carácter de la actual, igualmente podría habernos arruinado la próxima temporada.

De modo que, se podrán seguir agitando las aguas, se podrá continuar declamando y redactando -al fin y al cabo, es mejor que quedarse quieto-, pero que, según los resultados, nadie golpee pechos equivocados o pretenda arrojar a la hoguera villanos equivocados.

Lo decimos claramente, ahora que pinta torcida (para los asustados, nosotros mantenemos optimismo), si decimos que no corresponde autoatribuirse éxitos eventuales a los actores políticos cuando dejan de hacer ayuno de triunfalismo, mal podemos achacarles la cuenta total de un hipotético fracaso. Mientras no se asuman todos los errores históricos que se reiteran año a año por TODA la actividad, los resultados de las temporadas, sean cuales sean, no tendrán nombre ni apellido. Nos vemos.