por Sergio Antonio Herrera
En el Uruguay de hoy, ser titular de Turismo y Deporte es un disparate, lisa y llanamente, un tremendo disparate. La separación de ambas carteras es una de las medidas que se deben priorizar para el próximo período, sea cual sea el gobierno.
Más allá que ambas actividades poco y nada tienen en común , ser Ministro de ambas, hacerlo bien y no dañar la propia salud, es casi imposible.
Observemos la actual coyuntura: está encima la temporada, la actividad privada del turismo está exigiendo medidas que ayuden a paliar los efectos de la crisis global y en el fútbol, los imbéciles de siempre, pusieron en riesgo las estructuras con la salvajada de Jardines del Hipódromo.
Entonces, al trabajo cotidiano. de por si agotador, se le suma al Ministro la obligación de negociar como lo ha hecho, con el Director de Rentas, con el Ministro de Economía y con el de Industria, la suspensión del IRPF para los alquileres de verano, la eliminación de los impuestos en el combustible para los extranjeros y a la vez, secundar a la Ministra del Interior, en el tratamiento de las consecuencias de la suspensión del torneo y explicar una y otra vez que para aplicar el método que desintegró a los Hooligans británicos, se necesitan unos cuantos millones de dólares que no tenemos.
A principios del mes pasado, en
¿Qué ministerio y qué ministro de turismo queremos?, ya hablábamos del tema, decíamos que habíamos visto en Salto a un Lescano realmente cansado y a los pocos días, salía de licencia extraordinaria.
Encima, debe ser frustrante que -como lo anunció ayer García- no se apruebe la suspensión del impuesto y en el fútbol, todos den por descontado que luego del "parate", nada va a cambiar.
En el caso del Doctor Lescano,es de lamentar por partida doble el hecho que deba dividir su tiempo entre turismo y deporte; lo decimos una vez más, es el ministro de turismo que más peso político tiene dentro de su fuerza, de todos los que han pasado por ese cargo y también, bastante temprano (dentro de su administración), llegó a "entender" la actividad.
Hace más de un año que él mismo lo anunció, en una jornada en Solanas, en Punta del Este, en la que se revisó el marco jurídico de la actividad, que estaba decidido a plantear la división de ambas carteras.
Este es otro de los temas que deberían ser tomados como bandera de la actividad privada; bregar para que el turismo tenga un ministerio exclusivo y de paso, reafirmar definitivamente su existencia dentro del Poder Ejecutivo, algo que estuvo en duda inclusive, antes de asumir esta administración. Nos vemos.