Sus propietarios, Claudio Ermolli y Julio César Ludueña, lo presentan
como "El lugar distinto del Mercado del Puerto" y la verdad, se puede
decir que es todo un acierto tal definición.
El lugar contempla una necesidad de la zona: alta cocina y algunos de los más destacados vinos del país, de la región y del mundo, con una puesta en escena elegante, despojada y cálida. Los vinos se exhiben en una vitrina climatizada con la temperatura adecuada.
Los vinos son un componente esencial de la carta, donde sobresalen originales entradas y sugerencias de
"tapeo".
La cocina fusión juega con texturas y sabores en llamativas presentaciones, en las ensaladas o los principales.
Los postres merecen un capítulo aparte ya que son tan difíciles de seleccionar, que ofrecen la opción de una degustación para ¡probarlos todos!!.
Se puede optar por tablas de mar o de quesos y resulta espectacular la selección de la canasta de panes, con la especial sugerencia del pan de tannat ( y nosotros agregamos uno, el que destaca el morrón que... ¡mmmmmm...!).
Los responsables de tanta delicia son los jóvenes chefs Leticia Laxague y Mauricio Cabrera (Chef Patissier).
En el comienzo, mientras se termina el hotel que se construye en la vereda del frente y el centro comercial de la esquina de Piedras y Pérez Castellanos, el horario de Amore será de 9 a 19 hs y se podrá concurrir a tomar un rico café, acompañado de petit-fours o simplemente a beber un buen vino, tanto en el salón con aire acondicionado o bajo una sombrilla en la recoleta terraza jardín sobre la peatonal Piedras.
Posteriormente, seguramente se extenderá el horario para que sea posible ir a cenar, lo que seguramente, será un deleite.
Especial recomendación del Portal, vale la pena.