por Observatur
En estos días navideños, los habitantes de Montevideo y sus visitantes,
están pudiendo disfrutar de una miríada de actividades de carácter
festivo.
Fuegos artificiales, desfiles, conciertos, ferias, fiestas complementadas con grandes liquidaciones, mercados de pulgas y de alto nivel, nos sorprenden diariamente.
Y decimos nos sorprenden porque muchas de ellas, como la Misa Criolla en la Iglesia Stella Maris, sorprenden gratamente a un público no informado o avisado.
¿Que pasaría si todo esto, bien coordinado y con un algunos pequeños retoques se ofreciera al mercado internacional en forma adecuada?
Quizás debería empezarse por los países vecinos, para que con el tiempo adquiriera unan dimensión internacional que mucho bien le haría a nuestra capital y a nuestro turismo.
Sería además un justo premio a tanto esfuerzo público y privado, como el que se despliega en esta fecha.
Entrar en otros detalles y sugerencias sería prematuro, pero todo sabemos que el turismo se nutre de grandes y pequeñas cosas.
Asi habrán empezado Paris, Edimburgo, Sydney y Nueva York.
Todo es cuestión de intentarlo.