generalmente obtenemos el resultado contrario al que buscamos? ¿Por qué no se contrata a profesionales para diseñar las acciones promocionales?. Vayamos al relato.
Antonio:
Como sabés soy ávida lectora de tu portal y quiero comentarte nuestra experiencia con las promociones del Ministerio de Turismo para los turistas argentinos.
Estando en la Costa de Oro, hacíamos nuestras compras en la Tienda Inglesa de Atlántida. En los vidrios de acceso al supermercado a nivel del estacionamiento descubrimos las promociones, promediando nuestra estadía.
Hasta ese momento no habíamos recibido ningún volante, ni al ingresar al país en Paysandú, ni en ninguna de las estaciones de peaje, método que se utiliza con otras promociones muy eficazmente en la Interbalnearia.
Una de las promociones indicaba dirigirse con los tickets de peaje a cualquier puesto de Red UTS o Abitab, llevando la cédula verde del vehículo -documento de identidad en los automotores argentinos.
Con esto te entregarían allí a canje un voucher por el valor de los dos peajes ($ 48 x 2), aplicables en descuento por dicho valor a compras en supermercado (por ejemplo, la Tienda Inglesa), para compras superiores a $ 1000. Prácticamente un 10%, un lindo incentivo.
Fuimos a la ventanilla de Red UTS de Cambio 18 en Atlántida con nuestros tickets de peaje, y nos piden la factura del alojamiento en el hotel.
Le expliqué al empleado que la estadía en los hoteles se paga al final, cuando uno deja el hotel, que ese requerimiento estaba en la promo de combustible.
Pero dijo que a él "el sistema" le exigía incorporar un RUT del lugar de alojamiento. (Allí mismo, una escribana argentina blandía su contrato de alquiler de una vivienda mientras vociferaba que un contrato es un recibo de pago, pero tampoco tuvo suerte).
Como la oficina de Turismo queda a media cuadra de allí, nos fuimos a verificar si habíamos entendido bien o no, y una empleada amabilísima -todas lo eran- expresó que estábamos en lo cierto, y nos acompañó caminando la media cuadra (gentileza sólo creíble en Uruguay), a explicarle al empleado de Red UTS... pero no pudo hacer nada, este muchacho insistió en que no podía realizar la gestión sin la factura del hotel.
La señorita nos sugirió ir hasta Abitab (2 cuadras de allí), donde seguramente seríamos satisfechos ya que estaba claro que la razón nos asistía.
En Abitab se repitió la historia.
El sistema no procesa si no se presenta la factura del alojamiento.
Regresamos a Turismo para contarle a nuestras anfitrionas que lamentablemente, para nosotros, el beneficio era imposible de aplicar: está claro que el último día, después de pagar el hotel, no íbamos a perder tiempo haciendo la gestión en Red UTS ni Abitab, y mucho menos a gastar mil pesos en el supermercado a punto de dejar el país para que nos descuenten 96.
Evidentemente, el espíritu de fomento de la gente del Ministerio de Turismo quedó malogrado por las condiciones que algún funcionario -prevenido por demás para evitar el fraude- impuso para su implementación.
Cosas como ésta pasan en todas partes del mundo, todos sabemos que todas las promos tienen su gancho y encierran su trampa. Basta con leer la letra fina para darse cuenta qué pocos son los que pueden calificar para obtener los publicitados beneficios.
Pero a nosotros no nos importa: como te contaba al principio, Uruguay nos gusta cada vez más y también su gente... y esta mini decepción no nos hará torcer nuestro rumbo, que tiene su timón bien puesto hacia el este del Río de la Plata.
Un abrazo grande,
N. de R: Y firma una lectora que prefiere mantener públicamente el anonimato pero a quien nosotros, identificamos plenamente.
