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Viernes, 13 Febrero 2009 08:36

Interpretando a Acerenza (1ª parte): Definición, propósitos y alcances de la política turística

 por Sergio Antonio Herrera

En 1987, la política turística fue definida por Miguel Angel Acerenza como: El conjunto de decisiones en materia turística que, integradas armónicamente en el contexto de la política nacional de desarrollo
(sostenible), orientan la conducción del sector y norman las acciones por seguir, las cuales se traducen
en planes y programas de desarrollo sectorial.

De acuerdo con esta definición, la política turística tiene como propósito establecer las directrices dentro de las que deben encararse las acciones tendientes a la promoción y desarrollo del turismo en los diferentes niveles de gobierno.

Dichas directrices se traducen en un conjunto de normas y procedimientos específicos para el fomento y regulación del sector, las cuales por lo general, cubren los siguientes aspectos:

a - Declaratorias de zonas de interés turístico.
b - Lineamientos para el ordenamiento de las zonas turísticas.
c - Políticas específicas para las inversiones del Estado en materia de infraestructura y servicios públicos requeridos para el desarrollo del turismo.
d - Políticas específicas para estimular las inversiones privadas en la construcción de hoteles y facilidades turísticas.
e - Políticas específicas para la promoción y desarrollo de los distintos tipos y formas del turismo.
f - Normas reguladoras para la operación de las empresas y servicios turísticos.
g - Normas para el aseguramiento de la calidad y la competitividad de los destinos y servicios turísticos.
h - Normas para la formación y capacitación de los recursos humanos para el sector.

Principios rectores de la política turística

La política turística debe sustentarse en ciertos principios rectores, los cuales deben regir todas las acciones encaradas por el Estado con el propósito de promover y desarrollar el turismo. A nuestro entender estos principios deben ser:

1 - Satisfacer las necesidades de quienes viajan por motivos turísticos, sean éstos nacionales o extranjeros.
2 - Contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las comunidades receptoras.
3 - Preservar el legado histórico-cultural y los elementos, actividades y tradiciones de las poblaciones.
4 - Asegurar el uso sostenible de los recursos naturales en los espacios en que tiene lugar la actividad turística.

Hasta aquí, un pasaje del trabajo del autor uruguayo más prolífico en textos de turismo; Acerenza tiene gran predicamento en las Américas y España, ha escrito 17 libros y actualmente, además de continuar ejerciendo la docencia, es consultor privado.

En estas pocas líneas, se resume una buena parte de lo que deberíamos tener como guía para ponernos a construir, algún día, una política turística de Estado, que trascienda administraciones y no, que cada una que llega, lo haga con su libreto y cada cinco años, haya que volver a empezar.


Primera parte del análisis: Declaratorias de zonas de interés turísticos

¿Los uruguayos tenemos claro cuáles son nuestras zonas o regiones turísticas?

¿Alguien escuchó alguna vez las definiciones "Litoral fluvial" o "Litoral Atlántico" en relación con el turismo?

Para dar el gran paso que necesitamos dar, el que nos posibilite despojarnos de la errática grifa de "sol y playa" con la cual quisimos identificarnos siempre y lo seguimos haciendo, una de las primeras cosas que se deben hacer es precisamente, lo que no por casualidad, Acerenza ubica en el inciso "a" de su definición: "declaratorias de zonas de interés turístico".

Naturalmente hay algunas zonas o regiones definidas como el Área Metropolitana, con Montevideo como gran polo de atracción; lo que denominamos Costa Atlántica que involucra a Maldonado y Rocha, el Corredor Termal y luego, hay destinos, tal es el caso de Colonia o el de las Sierras de Minas.

La definición que surja del estudio, investigación y consenso, posibilitará de ahí en más, la estructuración de los distintos planes.

En su teoría, Acerenza sugiere que para la creación de políticas turísticas, debe contarse con un Consejo Nacional de Turismo en el cual estén representados los actores públicos y privados.

En próximas entregas, junto con otros aspectos, veremos cual es su visión con respecto a la integración ideal de este organismo y nosotros aportaremos la nuestra, la cual adelantamos, en nada se asemeja a la conformación actual.Nos vemos.

N. de R. Este trabajo, es realizado, basándonos en el libro Política Turística y Planificación del Turismo - Miguel Angel Acerenza - México - Trillas - 2006.