Se habla que una obra de esa naturaleza habrá de taponar la península e inclusive se adelanta que habrá de colapsar esa zona de manera definitiva.

Lamentablemente, una vez más, la falta de planificación a nivel nacional y por ende, también departamental, es la que permite, hasta con el beneficio de la duda, estos "ataques de caspa" políticos.

No somos técnicos en ordenamiento territorial pero, tratamos de aplicar el sentido común como en todos los casos y cuando se agitan banderas en épocas pre electorales, sean del color que sean, en primera instancia, pensamos que el problema no es el tema puntual y genralmente, no nos equivocamos.

Parados ante una obra como la que se anuncia, que posibilita que los derechos de explotación del casino llevan además la decisión de Vidaplan (propietaria del Mantra) de  construir un gran complejo donde funcionarían además dos restaurantes, 4 salas de cine, un nigth club y una sala de teatro para 250 personas, la aplaudimos con entusiasmo.

Todo lo demás, es accesorio y nada va a colapsar a menos que todos nos crucemos de brazos y nos quedemos petrificados.

En los últimos tres años en Punta del Este se han construído casi un millón y medio de metros cuadrados y casi todos ellos, en emprendimientos particulares, es decir, en viviendas; una obra como la que se anuncia, es vital para el destino, se mire con el color político que se mire.

SAH