nos es ajena, dado que desde la escritura, la ponemos en práctica casi a diario.
Hace unos días, hablando con un muy buen amigo, hotelero de la guardia vieja, nos decía: "cuando me invitan a ir a una charla o a cualquier cosa que tenga que ver con la presencia de un consultor en turismo, pregunto: ¿de que nacionalidad es? y si me responden que no es de la región, ni me molesto en ir y si encima me dicen que es español, mucho menos...".
Afirmaciones como éstas, no son novedad, lo nuevo es tratarlo públicamente y para eso, estamos nosotros.
Entre lo que dice este buen amigo y nuestra permanente prédica en favor del márquetin artesanal para el turismo, hay si se quiere, innumerables puntos de contacto.
Antes de la explosión de la Internet, cualquier profesional que quisiese estar al día no debía faltar a ninguna convocatoria, fuese de la nacionalidad que
fuese el orador pero, con el paso del tiempo y la globalización de la información, el comportamiento ovino fue paulatinamente dejado de lado por la mayoría y cada día más (a Dios gracias) se oyen opiniones y afirmaciones discordantes con las recetas primermundistas.
No está en nuestro ánimo, en absoluto, generalizar, pero si decimos que, de la misma forma que hay chantas por aqui, los hay en todos lados, España incluída y varios de ellos han llegado, lamentablemente a nuestras costas, sobretodo, últimamente.
Cuando yo hablo directamente que nos siguen vendiendo espejitos, me refiero a gente como la consultora catalana que provocó vergüenza ajena hace poco en el Radisson, cuando fue lanzado el Conglomerado de Montevideo o también, cuando llegan algunos cerebros de la propia OMT por aquí, como cuando lo hicieron en mayo de 2006 en el marco de la 45ta. Reunión de la Comisión Regional de la Organización Mundial del Turismo para las Américas, donde lo que trasmitieron fue un intenso vacío.
Parecería que por venir del primer mundo tienen implícita, la Patente de Corsos y aquí, todos deberíamos ponernos boca abajo.
La economía mundial se cae a pedazos, el pobre Obama no sabe como cornos hacer para salvar a la GM y al emblemático (para ellos)Citi y eso pasa como resultado de la alegre aplicación de las recetas de todos los fenómenos del hemisferio norte.
¡Y aquí hay quienes siguen insistiendo con las mismas recetas o lo que es peor, con los mismos autores!
Quienes ostentamos el know how del error, como afortunada-lamentablemente, nosotros, sabemos de primera mano LO QUE NO DEBEMOS HACER y en base a ello, nuestras sugerencias de como deberíamos hacerlo, al menos, deberían ser tenidas en cuenta.
Estoy pensando un nombre para la Provocaduría en Turismo que debería abrir. Nos vemos.