En el caso de los viajes en autobús, se propone una indemnización del 25% si el retraso es de entre una y dos horas, 50% si es superior a dos horas y 150% si el viaje se cancela y la empresa no ofrece un transporte alternativo (100% en caso del barco). Además, se propone una indemnización máxima de 1800 euros por daños causados al equipaje. Estas propuestas ya cuentan con el rechazo de las empresas de transporte.

La Eurocámara también se ha preocupado de los derechos de los viajeros con movilidad reducida, y se contempla la posibilidad de que las compañías de autobús o barco no puedan rechazar a estos pasajeros y les ofrezcan la asistencia adecuada, al igual que ya sucede con los viajeros de avión.

Ahora queda esperar la aprobación de los estados miembros de la Unión para que los viajeros estén un poco más protegidos ante los abusos que a veces cometen las compañías de transporte.

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