Cuando reciba la llave, el grupo Codere-Sofitel tendrá 20 meses para culminar la transformación del Hotel Casino Carrasco en el mejor 5 estrellas de Uruguay. Los trabajos insumirán de 18 a 24 horas diarias. Y la inversión será de US$ 63 millones.
Si da pena ver desde la rambla el último piso del Hotel Casino Carrasco, con una gigantografía intentando recrear un conjunto de ventanas que no existen, mucho más doloroso es ingresar al edificio, donde no queda absolutamente nada del lujo que supo ostentar en su época de esplendor.
El estado de abandono y deterioro es tal, que en algunas partes del basamento puede verse la arena de la playa sobre la que hace casi 90 años se construyó el emblemático hotel. La enorme mole de cemento, abandonada y fantasmagórica, poco guarda de las noches mágicas que allí se vivieron, del lujo francés que le impregnaron los arquitectos Jacques Dunant y Gastón Mallet, de la orquesta de Juan D`Arienzo que alguna vez colmó de música sus lujosos salones, o de los ilustres personajes que se hospedaron en sus habitaciones con vista al Río de la Plata.
"Es más difícil y costoso recuperar un edificio como éste que hacer un hotel desde cero", afirmó a El País Nagi Naoufal, director de operaciones de Sofitel para Latinoamérica.
Sofitel es el operador hotelero que presentó Codere en la licitación del hotel, y pertenece a la multinacional francesa Ac-cor, una de las principales cadenas hoteleras del mundo.
Actualmente, la marca gestiona 130 hoteles en el mundo, pero hasta fines de 2007, tenía 220. El motivo: un cambio en su perfil empresarial. Ahora sólo se dedica a los hoteles de "lujo" y "leyenda". El Hotel Casino Carrasco será su octavo hotel "leyenda" en América Latina.
"Sofitel tiene tres categorías. Una es `Legend`, que son los hoteles históricos, antiguos, que pueden contar una historia además de ser palacios. Luego está `Luxury`, y por último una nueva categoría de pequeños hoteles `boutique`, de los que solamente vamos a operar 20 o 25. De la categoría `Legend`, vamos a tener unos 15 en el mundo", explicó Naoufal en entrevista con El País.
El director de operaciones de Sofitel para América Latina tiene 56 años, es canadiense, casado, con tres hijos, de nombre libanés, habla cinco idiomas, reside en Rio de Janeiro y vivió en 16 países. Es un "hombre de mundo", como la empresa para la que trabaja desde hace más de dos décadas.
"Estamos en América Latina hace mucho tiempo. Accor existe en este continente desde hace 35 años y tiene una presencia muy importante en Brasil, con diferentes marcas. Tenemos 145 hoteles en América Latina, con casi 40 en construcción. Dentro de estos 145, Sofitel tenía 15 hoteles, pero ahora nos quedamos con siete, más este octavo que estamos haciendo en Montevideo", indicó.
Sofitel, considerada la marca de mayor categoría del grupo Accor, posee una gran experiencia en la recuperación de edificios emblemáticos y patrimoniales. Entre ellos, se encuentran hotel "Cartagena Santa Clara", de la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia); el "Grand Amsterdam", de la ciudad holandesa, el "Old Cataract Aswan", en Egipto y el "Nicolas de Ovando", en Santo Domingo, República Dominicana.
Rescate
El proyecto Codere- Sofitel para el Hotel Casino Carrasco propone recuperar el edificio y su integración con el barrio, explotando la singularidad de su relación con la Iglesia Stella Maris y peatonalizando la calle Rostand, tal como lo sugirió en un informe la Comisión Especial Permanente de Carrasco y Punta Gorda.
También recoge la propuesta de eliminar las fachadas de elementos agregados que impliquen deformaciones sustanciales del proyecto original. De esta forma, se quitará el casino (recientemente clausurado), cuya construcción dista mucho de respetar el espíritu de la obra. Si para muestra basta un botón, alcanza con asomarse por las ventanas del primer piso, donde están las primeras habitaciones. Allí, la visión del río ha sido totalmente obstruida por un oscuro techo de zinc.
En el interior se proyecta recuperar la diafanidad del espacio original. Y fundamentalmente, separar el hotel del casino, que funcionará debajo del piano nobile o planta principal.
Cambios
Se excavará cuatro metros por debajo del nivel actual para colocar el casino y el estacionamiento subterráneo, en este caso a los costados del edificio. El parking tendrá capacidad para 190 automóviles y sus ingresos será por Arocena y por Costa Rica.
Para la operación del estacionamiento se utilizará el sistema de valet parking, tanto para los huéspedes del hotel como para los clientes que vayan al casino.
Las salas de juego estarán separadas de la actividad hotelera. De esta forma, el hotel podrá dirigir sus salones originales, sobre el piano nobile, a servicios de gastronomía, congresos y actividades culturales.
La propuesta circulatoria fue concebida partiendo de la base de que la mayor parte de los automóviles llegarán utilizando la rambla, por lo cual se favorecerán las maniobras por esa vía.
Dos enormes rampas, ubicadas donde se encuentra el actual casino que será demolido, permitirán un acceso rápido como el que tienen muchos de los hoteles más modernos.
El futuro hotel tendrá 116 habitaciones, que prácticamente habrá que construir de cero porque nada ha quedado de las originales.
En sus cúpulas, que forman parte de una de las postales más tradicionales de Carrasco y de la ciudad de Montevideo, habrá dos lofts de lujo. Desde allí, la vista es privilegiada. Al igual que desde la mayoría de las ventanas del antiguo hotel.
Unos ocho meses para poder iniciar las obras
Una vez que la Junta Departamental apruebe la licitación, el expediente pasará al Tribunal de Cuentas. Se estima que este proceso demandará unos dos meses. Luego que la Intendencia otorgue la concesión, Codere dispondrá de cuatro meses para presentar el proyecto arquitectónico definitivo. Y la administración podrá tomarse 30 días para estudiarlo y un mes más para otorgar el permiso de construcción.
Por último, el plazo de ejecución de la obra deberá ser de 20 meses.
El 21 de abril pasado, el intendente Ricardo Ehrlich firmó la adjudicación. El expediente fue enviado entonces a la Junta Departamental, donde se aguarda que sea aprobado en un mes y medio. Esto ocurrió luego que el TCR devolviera la licitación a la Intendencia sin pronunciarse sobre la misma, por entender que recién podía hacerlo luego que Ehrlich y la Junta aprobaran la adjudicación.
Para la Intendencia, los cuestionamientos realizados por el segundo grupo mejor puntuado durante la licitación, Hyatt-Liberman, no son de recibo.
De todos modos, este oferente ya anunció que impugnará el proceso licitatorio cuando se otorgue la concesión por un plazo de 30 años.
Fuente: El País Digital