Encuentro poco alentador, a juzgar por las propias definiciones de los negociadores de la AAAVyT, quienes pronto percibieron que si preguntaban por manzanas les respondían sobre peras. Con una infinita paciencia Fabricio Di Giambattista adujo que a pesar de todo, él cree que aún existen vías de acuerdos, afirmación que parece más una ilusión que una convicción.
Desde éste espacio no nos hemos destacado por coincidir con los constantes y múltiples reclamos de los agentes de viajes entendiendo que muchos de ellos no son más que un reflejo de una evidente falta de adaptación a las nuevas tendencias del mercado.
Esto sin embargo, no significa que no entendamos que las agencias de viajes cumplen un muy importante rol en la cadena de comercialización turística y por ende son un verdadero motor de la actividad. Tampoco pensamos que los empresarios en manera individual no comprendan las reglas de los nuevos tiempos, nos consta que cada vez son más los que advierten estos cambios y en lugar de reclamar actúan de manera proactiva, sacando ventajas por sobre sus competidores.
El dilema esta en el accionar de la dirigencia. Dirigentes que ante el cambio de dependencia de la Secretaria de Turismo (de Presidencia a Ministerio de la Producción), dicen sentirse los Rattazzi del turismo. Dirigentes que en una reunión de la Cámara de Turismo dicen una cosa y a la siguiente reunión cambian totalmente de ideas, a punto tal que sus pares de otras entidades empresarias reclamen la grabación de las sesiones. Dirigentes que festejan una promesa de inclusión de cargo de agencia en el ticket del pasaje de Aerolíneas Argentinas, cuando se esperaba (y hasta anunciaba) directamente la firma de un acuerdo.
¿A quienes responden las dirigencias? Siempre se afirma que a las bases, o filiales o regionales. Algunos sospechan que a intereses espurios no muy claros que ocultan diferentes negocios, o pujas de poder.
En vísperas de elecciones legislativas, se endilga a la dirigencia empresaria sectorial la falta de compromiso al no participar activamente, integrando incluso algunas listas, sin importar siquiera en qué partido o color partidario. Este tema puede ser interesante, pero sería mucho más provechoso que los empresarios comiencen por pensar si están bien representados en sus organizaciones gremiales empresarias. Y si tal conformidad no existiere, inmiscuirse más en los temas de interés y plantear acuerdos o disidencias. Participar es la clave.
La actividad tiene en Di Giambattista a un dirigente joven, entusiasta y bien intencionado, y además buen negociador, el tema está en que las prioridades son diferentes en las agendas de las diferentes organizaciones. Es insoslayable replantear el negocio, negociar sobre lo posible y sopesando con sinceridad la verdadera fuerza de cada eslabón de la cadena.
Fuente: Hostnews Contenidos