Davos ya tuvo un tinte verde en los últimos años, con discusiones serias sobre asuntos ambientales y los pedidos corteses a los participantes para que compensaran las emisiones de carbono producidas en su viaje hasta aquí.
En el pasado esto fue principalmente apariencia. Este año se siente diferente.
No quiero decir que los refrigeradores en el centro de prensa lleven el sello de aprobación Greenpeace.
Pero cuando centenares de participantes votaron sobre los asuntos que más le preocupan al mundo, la mayoría contestó "el cambio climático", y concluyeron también que el mundo no estaba listo para encararlo.
Nuevo entusiasmo
Es difícil decir qué causó el cambio.
La supermodelo alemana Claudia Schiffer dijo que ver el video de Al Gore sobre cambio climático, Una Verdad Inoportuna, hizo que apoyara la campaña, LOVE, que espera hacer con el tema ambiental lo que Bono de U2 hace con sus campañas contra el SIDA en África.
Hay muchos jefes de gobierno que señalan también a la película del ex vicepresidente como un punto decisivo.
Otros son más discretos, como la jefa de gobierno de Alemania Angela Merkel, quien destacó en su discurso el informe Stern sobre el impacto económico del cambio climático comisionado por el gobierno del Reino Unido.
Muchos se preguntan si los comprosisos del mundo empresarial con el medio ambiente son reales.
"Es fascinante ver como los asuntos relacionados con el medio ambiente, tales como el cambio del clima, se han vuelto dominantes en los últimos seis mes", dice Richard Punt, gerente y socio de Deloitte, firma que maneja consultorías.
Pero a la vez advierte: "Yo no sé si la discusión aquí en Davos está avanzando o si realmente se está estancando".
Pese a ello, "hay un espíritu de entusiasmo a través de las esferas empresariales, un mar de cambios en cuanto a los temas del medio ambiente," señala Daniel Esty, director del Centro para la Ley y la Política Ambientales de la Universidad de Yale.
Pero el entusiasmo solo no resuelve el problema, y los jefes lo saben.
"Es probablemente demasiado tarde para contrarrestar el cambio del clima", advierten un buen número de líderes corporativos.
Con el inevitable cambio del clima, nosotros tenemos tres opciones, afirman: mitigar, adaptar, o sufrir.
Cuando un experto ambiental discute que tendremos que afrontar las tres opciones, pero que depende de nosotros determinar la combinación, muchas cabezas asintieron en el recinto mostrando su aprobación.
La búsqueda de soluciones
El Foro Económico de Davos siempre se ha tratado de la economía de libre mercado.
Pero la mayoría de quienes ostentan ese poder parecen concordar con Dan Esty, que dice, que "tenemos al medio ambiente como un fracaso de la mercadotecnia".
El Foro de Davos se plantea como objetivo el mejoramiento del estado del mundo.
Utz Claassen lidera la compañía Energy Baden-Wuerttemberg. Es un apasionado del cambio climático.
"¿Pueden los mercados salvar el planeta? No!", dice y agrega, "¿Lo pueden salvar los gobiernos? ¡Definitivamente no!".
Sólo si los gobiernos crean y establecen las regulaciones y los objetivos claros, pero dejan a los mercados poner los precios y asignar los recursos, el mundo podrá afrontar el cambio climático.
¿Y qué si fallamos? Claassen se torna serio: "El cambio climático nos matará a todos".
Hasta los políticos concuerdan. El ministro británico del medio ambiente, David Miliband, califica al calentamiento global como "un fracaso de los mercados" y un "fracaso político".
La industria, asegura, necesita señales claras del gobierno, por ejemplo, la tranquilidad de que se debe tener y se va a tener un mercado de carbón cuando los actuales convenios acaben en 2012.
Y él trata de eximirse del trabajo. Este problema no puede ser resuelto por ministros de medio ambiente, dice, tiene que ser hecho al nivel de primeros ministros y ministros de finanzas.
Elefantes en la habitación
Mejor regulación, mejores mercados, y mejor tecnología -todo tiene que combinarse para asegurar que los recursos sean utilizados y desplegados correctamente, dice Esty.
Hay una razón, anota, por la que General Electric le apuesta a la compañía suponiendo que las oportunidades en el área del medio ambiente crearán un mercado de miles de millones de dólares.
Pero no hay mucho tiempo, advierte Frances Beinecke, el presidente del Consejo de la Defensa de los Recursos Naturales en EE.UU.
"¿Pondremos nosotros a los mercados en su lugar a tiempo para asegurar la integridad del planeta?", pregunta, haciendo referencia al repentino aumento de la producción de carbono del mundo, con la llegada de una nueva planta de energía a carbón cada tres días.
Y entonces hay dos elefantes grandes en el recinto, India y China.
Ellos tienen no límites en la emisión de gases, y especialmente políticos de EE.UU. discuten que ellos no pueden vender un acuerdo sobre cambio climático a sus votantes si no se incluyen objetivos ambientales claros para estos dos países en rápida vía de desarrollo.
Pero incluso si ellos vienen a bordo, quizás no va a ser suficiente.
Tenemos que resolver la pobreza primero, advierte un empresario social de Brasil, porque si nosotros no obtenemos la aprobación de las más de mil millones de personas que viven en la pobreza, la pelea contra el cambio climático nunca tendrá un gran éxito.