Y el famoso tema de los auxiliares de cabina que originalmente eran 14 y ahora es 1 y que luego de una dramática presentación el miércoles en la asamblea, no logró que sus pares (los auxiliares de cabina presentes) apoyaran el paro.

Todas estas, son las reivindicaciones del sindicato de PLUNA.

Y para luchar por ellas, se asesta un brutal golpe a la economía de la empresa parando un lunes de fin de semana largo en Argentina que hace que los vuelos de ese día estuviesen con gran ocupación.

Aunque generalmente no comparto este tipo de medidas, las respeto, pues forman parte de nuestro sitema democrático y son los derechos que le asisten a todo trabajador, pero, los gremios deben modernizarse y mirar la realidad, dejando de lado arcaicas formas de lucha que no se adaptan a la era del mouse y son de la pancarta.

Pero todo esto, aunque aún no se haya superado, ya es anécdota.

Lo que importa ahora es la nueva realidad: el 5% de los 600 funcionarios de PLUNA declaró la guerra cuando reinaba la paz y la inmensa mayoría ni pensaba en parar, trabajando en una empresa que día a día señala progresos y se destaca de la media entre sus pares a nivel mundial.

Los auxiliares de cabina que habían visto mermar considerablemente sus ingresos con la pérdida de viáticos al caer la línea a Madrid, están radiantes con la recuperación salarial a través de las excelente comisiones que generan con la venta de servicio a bordo.

En la asamblea del miércoles, gente muy importante del gremio, inclusive hasta quienes lo han conducido no hace mucho, votaron en contra del paro.

Nosotros personalmente hemos sido equilibristas en estos más de dos años de la integración de Leadgate y cambio de conducción para intentar atender a todas las partes imparcialmente en la tarea informativa.

Pero una vez que opinamos algo que no le gustó al Presidente de PLUNA Ente, Carlos Bouzas, nos retiró el saludo y perdimos a un importante vocero.

Hace pocos días, en un intercambio muy triste con el Presidente del sindicato, Fernando Alberti, osamos opinar diferente y tal vez, ser un tanto más irónicos que él y ¡qué casualidad!, diálogo cortado y teléfono mudo.

Estas uruguayeces son las que marcan la diferencia con la exitosa marcha de la empresa; con cuya conducción, justo es decirlo, tenemos más coincidencias que discrepancias pero, no siempre pensamos igual y nos consta, muchas veces luego de leernos no quedan nada contentos, pero, ven el bosque y apuestan a nuestra independencia como comunicadores y por ello, el diálogo es fluido.

Hace poco dijimos que tirar demasiado de la cuerda, en este caso, puede hacer que se rompa; ahora decimos que el gremio de PLUNA, está jugando con fuego, quiera Dios, nadie salga siquiera chamuscado.


Sergio Antonio Herrera