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Miércoles, 26 Agosto 2009 03:11

Uruguayez de rancio apellido al cuadrado.

Estamos seguros que el autor de la nota Volviendo de Disneylandia no se va a enojar, por la sencilla razón que un maestro de la ironía como se muestra, jamás debería enojarse ante una respuesta irónica (eso si, esperemos no sean otros los enojados). Por eso, hoy utilizaremos este espacio para referirnos a tan particular artículo colgado en la zona Correo del Lector de esta edición.El jueves en Colonia nos pateó el hígado su participación oral, imaginen como nos cae ahora el artículo.


A pesar que no logró , hacer que la prestigiosa ONG de la cual es rostro visible y dispone de alrededor de medio millón de dólares anuales para promoción y publicidad, ni la Intendencia a la cual asesoró durante tanto tiempo, destinaran el más insignificante apoyo a este modesto medio de comunicación "porque es local", sin importar ques no solo sea leído por toda la actividad, sino que también se lea en los 5 continentes y además, acaba de reunir en Colonia, periodistas de siete países.

No solo siempre distinguimos al autor, destacando su labor en el exterior,reproduciendo cada gacetilla que nos envía desde donde esté, sino que además lo invitamos a todo (CIPETUR, Fórum, Seminario) y cuando nos pide algo, como la movida el año pasado para intentar evitar la caida de la ruta a Madrid, cuando armamos con la participación decisiva de Nardone un almuerzo en el Radisson y donde además reunimos a todos los que él quería, ahora se pone el solito, en la vereda de enfrente de nuestra posición acerca de la gestión de PLUNA y elige para ello un escenario que se suponía era para varias cosas, menos para hacer lo que hizo.

Esa actitud, fuera del ámbito referido, no solamente es válida sino que es bastante común entre la mayoría de los opinadores compatriotas y aunque no la compartamos, no nos molesta, pero, el tema es la forma, sobradora, desubicada que utilizó, el momento, el lugar y las cirscunstancias.

Según parece, lo único que le interesó al amigo, de dos días de reunión del Fórum y una jornada completa de seminario, fue opinar irónicamente contra PLUNA actual;lo hizo en vivo y en directo en el Radisson y ahora volanteando su aparente genial creación.

No opina si estuvo rico el asado, si era bueno el vino o lo que le pareció la reunión del Fórum o las valiosas presentaciones del seminario, no, el único callo que le molesta es PLUNA, dando la impresión que tiene alguna cuenta pendiente, dada la animosidad demostrada.

Si estuviésemos de acuerdo con esta mirada, deberíamos devolverles a todos los asistentes al seminario que tuvieron la deferencia de hacérnoslos llegar, sus conceptuosos mensajes de agradecimiento y de elogios al evento; el mismo tenor de elogios que el autor de la nota nos prodigó a la salida del Radisson Colonia cuando nos dijo "felicitaciones, todo brillante", pero claro, eso nos lo dijo casi al oído.

Seguramente no va a pasar mucho tiempo para que algún rincón de Casapueblo lleve su nombre o mejor aún, alguna calle de la península, en honor al compromiso y a los servicios prestados a la causa esteña y esto lo decimos en serio, sin ironía.

Es uno de los acérrimos defensores de la teoría que Punta del Este debe ser un destino reservado para cierto nivel de visitantes y deplora por ejemplo, que llegue el turismo masivo, concretamente "los charters que traen de Chile", "hay que traer elite" dijo cuando estaba entusiasmado por haber llegado al Presidente de LAN, quien le hizo caso y programó varios vuelos directos Santiago-Punta del Este y de inmediato tuvo que poner reversa y meterse los vuelos en los hangares de nuevo.

Lógicamente que nada dice, cuando los hoteles de Punta del Este, con la misma lógica comercial que PLUNA (la cual respetamos y  no es del caso evaluar en esta nota), cobran elevadas tarifas en verano y los restaurantes de algunos puntos satélites del principal balneario, como en José Ignacio, cobran una milanesa 800 pesos (algo menos de 40 dólares), pero le molesta que PLUNA cobre lo que entiende que vale el tramo AEP-PDP y que cobre el servicio a bordo a precios módicos y cobre el equipaje.

Creí que su mirada volaba más alto y no era precisamente él, quien de todos los presentes (quizás en línea paralela a la mía) es quien puede ostentar más allotment y overbooking, quien pudiera achacar culpas a no se sabe quien, de decir lo que nadie dijo, como "Desde el 20 de noviembre de 1936 hasta julio de 2007 no pasó nada, nunca se le ocurrió nada a nadie".

Debo recordar que fui el único en todo el país (no hablo solo de periodistas) que visualizó la buena gestión de los nuevos conductores de PLUNA y se la jugó públicamente, hace casi dos años, luego de entrevistar a Campiani y debo reiterar, por enésima vez, que mi interés es PLUNA, no Leadgate ni los gremios y que si mañana, los resultados son diferentes, trataremos de ser los primeros en decirlo.

Pero es bueno señalar que antes de darle crédito a esta gestión, lo cual nos pone ahora en situación de bienestar, fuimos de los más celosos defensores de la no privatización de PLUNA y de los primeros en cuestionar la compra de los Bombardier y en desconfiar de la real intención de los integrantes de Leadgate; pero también somos quienes más investigamos y hemos seguido de cerca todo este proceso y todo el material que refleja tal trabajo, está colgado y disponible  en este medio.

Pero también somos de los periodistas y más que ello, de los hombres que no mueren con las botas puestas y podemos (si nos convencemos), abrir una puerta y si nos volvemos a convencer, cambiar de opinión como lo hicimos. porque nos gustó la actitud, la idea, por encima del Plan de Negocios y visualizar que si salía bien lo que pensaban "los Leadgate", PLUNA podría mantener 600 fuentes laborales como las mantiene y podría dejar de ser el agujero negro (como dejó de serlo) para las arcas del Estado que fue, a lo largo de ese período que indica el autor, o sea, más de 71 años.

Pero claro,al parecer, el conservadurismo, el no hagan olas y la penalización del éxito en el Uruguay, hay que mantenerla a rajatabla,y de paso lo decimos: como algunos colegas que fueron al mismo seminario que el autor de Volviendo de Disneylandia y al parecer,al escribir la cobertura, lo único interesante que vieron, fue la presentación de Colonia (estupenda) y la charla técnica del Ministerio, sin enterarse de la cátedra de Rizzi, la claridad de Magnavita, la clase de historia de González o la innovación de Asún Salazar, por citar solo algunas y siendo injustos con casi todas las otras.

Claro, lo que pasa que para interpretar lo que presentaron los colegas citados, entre otros, hay que entender algo de este negocio y renunciar a seguir batiendo el parche únicamente a quienes ponen avisos (quienes no tienen la más mínima culpa).

Volviendo a las afirmaciones del irónico colega,lo tristemente cómico es que no tienen sustento técnico, no soportan ningún análisis serio de márquetin y por el contrario, si, muestran un ostensible componente subjetivo, aunque no sepamos exactamente cual fue el zapato que le provocó el callo que tanto le duele.

Cuando terminó el Seminario, no parecía que nosotros habíamos vuelto de Disneylandia, más bien podría decirse que lo hacíamos de una guerra, por lo maltrechos, dado el esfuerzo desmedido que junto a nuestro equipo, desplegamos en la organización, ; pero volvimos muy orgullosos y satisfechos por el logro obtenido.

Afortunadamente, la inmensa mayoría así lo asimiló y de esa forma nos lo están haciendo saber; pero el que fue a Disneylandia y en la única atracción que anduvo fue en la denominada PLUNA, comete la uruguayez de pisar la mano y la mente que siempre han estado extendidas y abiertas, respectivamente, para sus necesidades y no lo hace solamente diciendo lo que dice, lo peor es como, donde y cuando lo dice y lo escribe. Nos vemos.