Cambiar (o morir) en el Aeropuerto de Carrasco

Hace pocos días, recibíamos a algunos amigos que llegaban en diversos vuelos a la terminal aérea de Montevideo, que curiosamente está en Canelones (pero ese es otro tema) y mientras aguardábamos la llegada del vuelo desde Santiago, invitamos a un colega argentino a tomar algo en la cafetería. Era temprano en la mañana y cuando comprobamos la disponibilidad de efectivo, caímos en la cuenta que nos quedábamos cortos y era necesario cambiar algún "verde".

Si bien el dólar está bajo en Uruguay, en los cambios de todo el país, se paga por encima de los 22 pesos; pues en el que está en el sector de arribos, además de pagarnos apenas 20.80 (un abuso total) ¡nos cobraron 50 pesos uruguayos por la transacción!!.

La ecuación es simple, como es la única posibilidad en varios kilómetros a la redonda de acceder a una casa de cambio, al parecer, la cuestión es "te pago lo que quiero y además te cobro por atenderte".

¿Quien tiene competencia en ésta arbitrariedad? ¿a quien le corresponde tomar cartas en este asunto?

Grosera publicidad de condones

Antes, como bien se traduce en el famoso cuento, la mayoría terminábamos comprando aspirinas en la farmacia cuando necesitábamos comprar profilácticos (¡qué antigüedad!).

Ahora, tomando por el atajo como es debido y favoreciendo la correcta utilización de nuestro rico idioma, luego del pasaje por el neutral preservativo, al accesorio usado para evitar (no hace falta enumerar lo que evita)lo llamamos, lisa y llanamente condón.

Pero hay una publicidad que está por todos lados y que, para nosotros, chabacaniza el mensaje, lo hace de un modo grosero y con evidente mal gusto.

Los responsables del contenido y los de cuidar el decoro y el buen gusto en la comunicación (¿existen?), sabrán recoger esta inquietud.

Hay amores que matan, se viene Moria Casán y amenazan con cosas peores

Luis Ventura, el multifácetico colega argentino, toda vez que tiene oportunidad, manifiesta su amor por nuestra tierra y dice con orgullo que hace más de 40 años veranea en las playas uruguayas.

A esta altura ya todos saben, tiene una casa en el balneario canario de Los Titanes y en esta temporada, comenzó con un programa en Canal 4, La City.

Si hay algo que los uruguayos debemos tener con los argentinos, es agradecimiento y reciprocidad; especialmente Buenos Aires, siempre tiene la puerta abierta para recibir los talentos artísticos y deportivos de este lado del charco y Argentina en general y los argentinos, son maestros en dar hospitalidad y hacernos sentir como en casa.

Por lo tanto, hay que aplaudir por ejemplo al empresario Everly Rodríguez por la movida que hace con el Teatro Metro y otros emprendimientos de su propiedad y a los empresarios de la TV uruguaya en la contratación de algunos nombres famosos de nacionalidad argentina.

Pero este fin de semana, leímos en la prensa que hay firmes posibilidades que Moria Casán no solamente venga a conducir un programa también en el Canal 4, lo cual entra en el libre juego de la oferta y la demanda (si te gusta lo ves, si no te gusta, no lo ves), sino que ¡está buscando comprar un apartamento en la rambla momntevideana!, porque tiene serias intenciones de vivir parte de su tiempo de este lado del río.

Ventura tiene especial debilidad por la señora Casán desde el punto de vista del negocio (hasta trabaja con ella sobre las tablas)y tiene muy claro que para que su negocio personal funcione, en el chato ámbito del espectáculo uruguayo, debe darle forma a la farándula oriental.

Son tan nocivos los resultados que personas de la talla de la señora Casán generan a nivel popular que iniciativas como éstas, si queremos preservar algo de lo que los propios argentinos admiran de nosotros, deberían ser abortadas antes de nacer.

Escudada en un halo de divismo que al parecer vende bien, la señora Casán es una máquina de validar transgresiones, que no nos asustan pero que nos entristecen y es además, una convencida promotora de la cultura totalitarista que por ejemplo, llevaron adelante los militares argentinos y arrasaron con las instituciones en la triste época de las dictaduras que asolaron la región.

Por lo tanto, traigan todas las figuras que el mercado pueda resistir, serán siempre bienvenidas, hasta la propia señora Casán, pero ¡por favor!, que gente como Luis Ventura, no nos quiera tanto, que estamos muy bien sin farándula, que por aquí no necesitamos más Intrusos que los que llegan por cable y TV abierta pero que por suerte se mueven allá, que podamos mantener la calma chicha que nos caracteriza.

No necesitamos saber que le pasa a Nazarena ni las rimas de Belén, ni si Rossi la atiende bien a Ileana y mucho menos bancarnos al marido de Adriana Aguirre, al hermano de la Süller (ni a ella) y ¡por favor! tampoco a ese señor mayor que se viste de mujer y usa el apellido de la inolvidable Nélida...¡si!! aunque usted no lo crea, en Sábado Show dicen que Zulma Lobato va a tener un programa aquí !!! socorro !!!!