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Martes, 22 Septiembre 2009 19:38

Ilhabela: é pra valer!

por María Shaw
Las despedidas son tristes, sobre todo si se viene del paraíso!!! Es lo que creo que sentimos los periodistas, cuando la lluviosa mañana del lunes 14, salimos de Ilhabela rumbo a San Pablo, para tomar el avión de PLUNA que nos traería a Montevideo.


Pero antes, queda mucho por contarles de ese destino tan espectacular. Supongo que habrán leído las anteriores crónicas, tanto las de Guaruja como las de Ilhabela, este archipiélago ubicado en uno de los puntos más lindos del litoral brasilero, en la famosa Costa Verde, del eje San Pablo-Río de Janeiro.

Vila


En el centro, de la costa oeste de la isla, el antiguo poblado dio lugar a un sofisticado núcleo de comercios, con bares, cafés, heladerías, tiendas de artesanías, casas de decoración, boutiques y shoppings. La “Vila” es el punto de encuentro de todos los que buscan diversión con seguridad y confort. Allí se junta la gente bonita, los jóvenes y no tan jóvenes.

Y uno se puede encontrar con sorpresas como la actuación de “Berlam Belozo & A Banda Larga”, una mezcla de Ney  Matogrosso y Freddy Mercury con gran musicalidad, carisma y dominio de la  escena. El show es una de las acciones que de la Dirección de Turismo promueve entre agosto y noviembre, y es con entrada gratuita para todo público.


Cultura

Visitar, descubrir y conocer la cultura local, “caiçara”, es internarse en el tiempo. Las 17 comunidades de pescadores caiçaras, las iglesias, el centro histórico y los museos, reflejan la abundancia de su cultura. Las fiestas tradicionales, como la de Nuestra Señora de la Ayuda, Bom Suceso, San Pedro Pescador, la fiesta de San Bendito, y la Semana de la Cultura, reflejan de forma noble la riqueza de la cultura isleña. Piratas, indios, esclavos y los hombres contemporáneos continúan descubriendo lo que hay en la mejor isla tropical del Brasil.
                            

Deportes


Por sus condiciones naturales favorables y por contar con una buena infraestructura deportiva,  la práctica de los deportes de aventura es uno de los puntos fuertes de Ilhabela. Deportes náuticos, de aventura o
convencionales, son parte del día a día de la isla. Es una constante ver yates, veleros,  windsurf, kitesurf, así como la práctica de pesca y buceo. Hay cursos rápidos para todas estas disciplinas.


En sus florestas se puede andar a caballo, en bicicleta, hacer caminatas, como también practicar rapel en las cascadas. El sistema hídrico de la isa es extremadamente rico, con millares de torrentes, arroyos, nacientes y ríos de agua pura, que corren en las selva y en la planta urbana. Por ese motivo, principalmente, próximo a las cataratas, hay un insecto pequeño llamado “borrachudo”; su picada puede molestar por eso se recomienda el uso de repelentes.
                                                  






A la playa!


Se puede recorrer parte del litoral en los clásicos “escunas”, grandes veleros. Pero si se desea llegar rápidamente a destino, se recomienda tomar la lancha (“flex boat”) de “Ilha Adventure”, que sale de la Playa Perequé, justo frente al Hotel Ilha Flat. Partimos por la mañana hacia el sur de la isla, para admirar las impactantes casas al borde del mar, ensenadas, playas como Feiticeira y Praia Grande, para llegar a Praia do Curral, una de las más bonitas de la zona. Cuenta con buena infraestructura de restaurantes y bares, como el Canoa de Voga. Allí disfrutamos de unas horas de relax en cómodas reposeras al sol, baños, y porqué no, de unas buenas caipirinhas!

En el camino, pasamos por el santuario ecológico de la Ilha das Cabras, protegido por ley municipal; la flora y la fauna de este ecosistema marino es muy diverso, con peces coloridos y tortugas, garantizando la diversión y sorpresa de los buceadores.
  

Impactante arquitectura

Tanto en barrios privados, urbanizaciones, como en las casas colgadas sobre el mar, muchas de ellas con embarcaderos, observamos una muy variada arquitectura, moderna, cálida, mimetizada con el entorno exuberante de la “mata Atlántica”, enclavadas en grandes jardines, muy bien cuidados, con exóticas flores.

Tuvimos el privilegio de visitar la residencia privada del uruguayo Luis Maio, en un morro en la Ponta da Sela, donde el canal de San Sebastián se abre al Océano Atlántico, al sur de la isla. Todo el grupo quedó impresionado con la vista y con la exótica decoración de esta casa resuelta en dos niveles, responsabilidad del polifacético dueño de casa.

La infraestructura hotelera de Ilhabela cuenta con unas 5.600 camas en mas de100 hoteles, con gran variedad de tarifas y estilos; desde pequeñas y encantadoras posadas con servicio diferenciado, a hoteles de mas envergadura, todos originales, todos distintos. Muchos se encuentran en los morros, con vistas que quitan el aliento. Es lo que nos pasó cuando visitamos el Itapemar, un 5 estrellas ubicado en la playa Saco da Capela, pero que trepa al morro, y el lounge de las suites Belvedere queda cobijado entre grandes rocas y cascadas.

También pudimos visitar el modernísimo  DPNY Beach Hotel, una nueva versión de hotel de lujo, con una decoración “kitsch” muy impactante. Es el único de la isla ubicado sobre la playa, y tiene  varios restaurantes y bares, como el conocido club de playa “Hippie Chic”, frente al que anchan yates y lanchas.  

Muchos hoteles ofrecen salas de reuniones para congresos y eventos. Y se ha convertido en un lugar referente para casamientos, no en vano se dice que una boda en una isla trae suerte y prosperidad.


Servicios

La isla cuenta con 3 centros de información para turistas, con buen material de información. La ciudad posee servicio de transporte regular con ómnibus y taxis. Hay helipuerto privado. Cuentan con hospital, emergencias, clínicas médicas, agencia de correos, bancos, puestos de ventas de pasajes de autobuses, policía civil y militar. De todas maneras, es un enclave seguro, por donde se puede transitar sin molestias.

La temporada ideal para visitar esta zona, son los meses de mayo y junio, así como de septiembre en adelante. Julio es un mes definitivamente dedicado a las regatas, a estas aguas llegan barcos de Uruguay y Argentina.
                       
                                  
Despedida

Salimos por la ruta que bordea el Canal de San Sebastián, la carretera Santos-Río, con impresionantes vistas de Ilhabela, como si no pudiéramos dejarla atrás… Luego tomamos la sinuosa ruta Tamoios para desembocar en la autopista Ayrton Sena; en 3 horas recorrimos los 190 kilómetros que nos separan del Aeropuerto Internacional Guarulhos.

Fueron cinco días; por un lado parecieron pocos, por otro, puedo decir que cada uno de ellos valió por cinco!!

Nuestro agradecimiento a PLUNA por la invitación, y también a Advantage travel asistance, porque viajamos con la tranquilidad de contar con la cobertura de esa tarjeta de asistencia al viajero.

Algo distinto: a la vuelta, nos trajo una mujer comandante: Valeria Ramos, quien tuvo que soportar que los periodistas visitáramos la cabina para conversar con esta pionera de 39 años, de familia de paracaidistas.

www.portaldeluruguay.com