El perfil más conocido públicamente de López Mena es el de transportista, pero se destaca también la importancia que tiene su aporte desde otros aspectos, entre los cuales se puede incluir sin mucho dar vueltas, el de operador turístico, el de inversor (directa o indirectamente) y por ende, el de generador de empleo en nuestra economía.

Entonces, que la institución que agrupa a toda la actividad privada, en una práctica iniciada el año pasado, (aceptando la sugerencia de Damián Argul, María Shaw y mía), de instituir este reconocimiento todos los años y asignarlo a quien se destaque nítidamente en la actividad, haya resuelto otorgarlo al Presidente de Buquebus, no resiste ninguna crítica y por el contrario, entendemos que se trata de un acierto.

Pero es nuestra obligación como analistas del turismo, leer la realidad y es lo que trataremos de hacer.

La reacción

Nosotros sabíamos con varios días de anticipación quien era el elegido, razón por la cual, no nos sorprendió el anuncio que hizo Luis Borsari, luego de repasar el amplio curriculum del premiado.

Pero no dudamos que en el público presente, entre el cual se contaban representantes de todo el país, generó sorpresa y podríamos agregar que la reacción espontánea, fue muy diferente a la del año pasado, que cuando se anunció el nombre de Arnaldo Nardone provocó una ovación.

De aquí en más

Habiendo efectuado esta larga introducción, queremos señalar un aspecto muy importante y para ello, comenzamos haciendo una pregunta ¿Este gesto de la CAMTUR hará que López Mena, acceda a "bajar" hasta el lugar de los comunes? y nos permitimos una segunda interrogante: ¿o seguirá distante, enancado en su pedestal, sin mezclarse?.

Traduzcamos, el premiado, comercialmente, es un llanero solitario y no suele mezclarse con los demás empresarios del sector. Por eso las interrogantes, esperemos a ver que pasa y mientras tanto, felicitémoslo.

La última cena

El Presidente de la Cámara lo dijo en primera instancia: la del viernes, fue la "última cena", en este período de gobierno y lo reafirmó luego el Ministro Lescano quien con humor, dijo que esperaba que no hubiese ningún Judas.

A pesar de todo lo que se ha dicho en estos cuatro años y medio entre bambalinas, a pesar de todos los desencuentros, enojos y salidas de cauce, acusadas tanto por el sector público como por el privado, la imagen que se dio fue de gran cordialidad y excelente relacionamiento y prueba de ello fue el intercambio de presentes entre Borsari y Lescano.

La organización

Lo que debería haber sido una gran noche, fue apenas una velada correcta y nada más. Faltó criterio para manejar los tiempos y aprovecharlos mejor. No se puede dedicar tanto espacio de tiempo para un unipersonal artístico ( a menos que se hubiera traído a algún monstruo del espectáculo internacional), "apurar" a todo el mundo a ubicarse en las mesas, evitando de esa forma lo que todos van a buscar a un encuentro de este tipo: socializar; la otra gran porción de tiempo se la llevó el maestro de ceremonias, cayendo en lugares comunes que ya deberían estar superados y por último, tuvimos un merecido castigo, a cuenta de este editorial, la mesa adquirida por el Portal fue ubicada detrás de una columna,al fondo del salón, donde prácticamente, estuvimos incomunicados con todos y a pesar de haber solictado en reiteradas oportunidades estar junto a la mesa del CIPETUR, tampoco lo logramos. Para el próximo año deberemos optar. Nos vemos.

El elegante salón del Club de Golf, una vez más, escenario de la fiesta por el Día Mundial del Turismo

Acaban de premiar a López Mena, aunque los rostros ...

Total buena onda: MINTUR obsequia a CAMTUR y CAMTUR obsequia a MINTUR

Roque Baudean, Sammy Arlin, María del Carmen Borrallo, Jeanette Baccino, Carlos Rodríguez y María Shaw de espaldas en la mesa del CIPETUR, nosotros de visita.

Ahora si, vemos a María de frente junto a Claudia Bado y el matrimonio Camporeale en primera línea.

Si bien pocos se enteraron, la familia del Portal estuvo en pleno. En primera línea: Sergio Herrera Blois y Liliana Díaz

Nada que decir de Rodolfo Rodríguez quien profesionalmente cumplió con creces. El problema es que se constituyó en lo más importante de la fiesta y fue quien dispuso de la mayor cantidad de tiempo. Cuando sirvieron el postre, comenzó el éxodo, todos a dormir temprano. No hubo baile.