Ratificamos nuestra idea que uruguayos somos todos, los habitantes de los 19 departamentos territoriales y también obviamente, los del departamento 20 de la diáspora.

La inmensa mayoría de compatriotas que alguna vez armaron la valija y se marcharon, lo hicieron obligados,  buscando mejorar su situación y en muchos casos,simplemente, para obtener el estado de dignidad que otorga estar ocupados ya que aquí, no lo conseguían.

A esos compatriotas, los hemos visto en reiteradas ocasiones en diferentes lugares, siguen tomando mate, haciendo asados, extrañando la rambla y el carnaval, sufriendo por Peñarol y Nacional o el cuadro del barrio y obviamente por la celeste.

Esos compatriotas, tienen a sus padres o a sus hijos, o a sus hermanos aquí, o al menos a sus amigos; a todos les duele Uruguay, la gran mayoría no se quería ir y tuvo que hacerlo.

Hace unos días escuché que alguien decía "si no pagan los impuestos...¿cómo van a tener derecho a votar?

Pagar los impuestos, es inyectar dinero a la economía, nosotros preguntamos ¿que es lo que hacen quienes viven en el exterior con sus remesas?, ¿quienes aportan más a las arcas del Estado y al bien común?, ¿los que están en contra del voto epistolar y pagan sus impuestos o los que envían sus remesas del exterior?.

¿Cuál es el temor?

¿Todos los que se fueron son de izquierda?

Y si lo son...¿Dejaron de ser uruguayos?

¿Quien lo decreta?

Algún día deberemos comenzar a pensar en positivo, a dejar la chiquita, a olvidarnos de hablar de "la gente" y asumir que la gente somos nosotros.

Algún día deberemos comenzar a igualar para arriba, a descartar la chicana y en vez de envidiar al que está bien, tratar de ser o estar como él.

Poniéndole un toque de humor...no estaría nada mal que importemos unso cuantos camiones repletos de extranjeros para neutralizar tanta uruguayez y disipar en algo, la viveza criolla, esa, que muchos creen que existe. Nos vemos.