En el periodismo argentino hay de todo; de los mejores, a los peores ejemplos; afortunadamente existen los Castro, Lanata y Morales Solá y lamentablemente, también los Gelblum, Grondona y otros por el estilo.

De todos modos, viendo los programas periodísticos que se hacen del otro lado del charco, hasta los de chimentos, uno aprende; se va enterando de como se produce, como se presenta, como se repregunta y saca conclusiones, aunque sea, por la negativa.

La mayoría de los colegas argentinos, desde hace casi tres décadas, han endiosado a Maradona, sobremanera, luego del 86.

Y también la mayoría, ha mantenido con Diego, una relación de amor-odio enfermiza, a veces, poco creíble, le han perdonado todo y le han culpado de todo.

El miércoles pasado, gracias a la falta de categoría (entre otras carencias), de la selección uruguaya, la cual dicho sea de paso, no merece ir al Mundial, Maradona volvió a sentirse Dios y como lo adelantó ElBis Turí, "Somos especialistas en levantar muertos y anoche lo hicimos con el más muerto de todos.Ahora vamos a tener que bancarnos a Maradona diciendo estupideces como siempre, pero esta vez, tendrá derecho, porque una vez más, ganó.",  dijo lo que dijo en la conferencia de prensa y luego, lo siguió reivindicando.

Entonces ahora, Dios se ha puesto en contra de quienes lo crearon y les demuestra quien es realmente.

La mayoría nuevamente lo sataniza.

Y una vez más, ¡cuándo no!, aparece Víctor Hugo Morales y con su intransferible autoridad moral, les dice a todos que no le pidan, al más ilustre ciudadano de Fiorito, lo que no puede dar.

Para la mayoría de la prensa argentina, como Maradona es Dios, puede hacer lo que quiera, inclusive, decirle los que les dijo y reiteró; el problema es como siguen adelante ahora.

SAH

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