Durante el reciente foro de líderes de líneas aéreas de América Latina
y el Caribe, organizado por ALTA en Cartagena, el gerente comercial de
Aerolíneas Argentinas, Juan Pablo Lafosse -máximo representante de la
empresa en el evento-, insistió cada vez que se cruzaba con los
periodistas argentinos en destacar que la actual gestión que encabeza
Mariano Recalde se caracteriza por la transparencia.
Sin embargo la semana pasada, cuando este último funcionario acompañado por el secretario de Transporte visitó el Congreso para exponer el plan de la compañía ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, lo primero que se pidió fue que no se permitiera a la prensa asistir a la presentación.
Pese a que se trata de una empresa pública. Por lo que trascendió y por lo que dijeron luego ambos funcionarios, la empresa -según estos- ya no estará condenada a perder por cinco años, sino que ahora por arte de magia, en un año y medio o dos a lo sumo estará en equilibrio. ¿Cómo? En apariencia, el plan solo tiene una estrategia para cumplir con este cometido por demás llamativo: la simple renovación de la flota haría que la empresa -que nunca fue rentable- dejara de perder plata.
Consultados varios profesionales del sector, todos coincidieron obviamente en que en efecto los aviones nuevos gastan menos en combustible y mantenimiento, pero son caros si no tengo mercado suficiente como para no hacer un uso intensivo de los mismos. "Nada hay más caro para una línea aérea que tener aviones durmiendo en los hangares".
La semana pasada, para justificar las 7 horas (algunos hablan de 10 horas) de permanencia del B737-700 en Carrasco a la espera de la finalización del partido y los festejos, la excusa fue que si no estaba allí hubiera estado parado en Aeroparque sin hacer nada.
¿Está, aun antes que lleguen los nuevos aviones, sobredimensionada la flota de Aerolíneas? La estrategia de empresas exitosas como Gol se basa en aviones
nuevos pero siempre en el aire. El alquiler de un B737-700 usado, como los que en este momento está sumando Aerolíneas, cuesta entre 200 mil y 250 mil dólares.
Pero tenemos un plan, o por lo menos un pre plan ya que el definitivo será presentado el 10 de noviembre. Sin aclarar quien se hará cargo de la compra de los aviones, las proyecciones para el 2011 según adelantó Recalde son que vamos a tener un déficit "tolerable" de 10 millones de dólares al mes.
Un esfuerzo significativo teniendo en cuenta que el déficit operativo actual, según reconocieron, es de US$ 500 millones por año. El justificativo para estos "tolerables" 10 millones, según el ejecutivo, estaría en que la empresa seguirá atendiendo rutas no rentables, aunque en algún momento alguien debería hacer un estudio para ver cuanto realmente significan estos destinos dentro de la estructura de la compañía.
También, de acuerdo a lo que trascendió, el plan se basa en la incorporación de 20 Embraer 190 para Austral, 12 B737-700 y 13 A330 y A340, aunque los funcionarios no explicaron en que estado se encuentran las negociaciones tanto en Embraer como en Airbus reconocen que hay, pese a que se avanza, dificultades ni cuál es el precio convenido por la operación.
Respecto al plan de rutas, se podría decir que el mismo dista de ser ambicioso, lo que podría tener un toque de sensatez, ya que solo menciona recuperar vuelos a La Paz, México y Nueva York. Un destino, este último, difícil de sostener si la compañía no cuenta con una aerolínea que distribuya desde allí sus pasajeros. Y esto es difícil para la empresa estatal hasta que no resuelva su situación con el clearing house de IATA.
fuente: Aviación News