El concepto inspirador del Proyecto Chakras del Este es lo simbólico: los siete centros bioenergéticos del cuerpo humano (conocidos como "chakras", que en la lengua sánscrito significa "círculos") proyectados en el terreno, tal como lo hacían las antiguas culturas.

Chinos, egipcios, griegos, romanos, mayas e incas, daban formas alegóricas a las urbanizaciones siguiendo un tema central que fuera percibido como desde el espacio, en una conexión armónica Tierra-Cielo, y que también se reflejara en los habitantes.
 
Tomando la Ruta 14 (o Camino Urquiza) que transporta a San Carlos, a tan sólo 5 minutos de la estación de servicio de La Barra, se llega directo al proyecto Chakras del Este.  

Los emprendedores que eligieron esta zona, lo hicieron –dicen- porque ella es beneficiada por la presencia de una línea bioenergética que se manifiesta desde Cuzco -Perú, es un eje sagrado que corre de noroeste a sudeste. Y en este caso lo que se buscó es que cada una de las casas resuene, a modo de antena, para captar esa energía y así se beneficien sus ocupantes.

Dado que en esta zona hubo asentamientos de indios Charrúas siglos atrás, se decidió utilizar su conocimiento (en sintonía con los centros bioenergéticos mencionados) para bautizar a las casas.
 
El valor agregado de avanzada, se obtiene a través de la geobiológica (ciencia surgida en Europa central en los 50, que abarca campos como el de la bioconstrucción, la contaminación electromagnética y las radiaciones telúricas) y el Feng Shui (ciencia-arte china milenaria, adaptada al hemisferio sur), con los cuales se estudio el mejor lugar para el emplazamiento de las construcciones, los materiales y diseños ideales para cada una de ellas con el objetivo de mantener y mejorar la salud y armonía de las personas que lo ocuparan.

Chakras del Este fue pensado en relación con los cambios climáticos, con un diseño bioclimático, técnica que aprovecha la energía del sol, el flujo del viento, las orientaciones de muros y aberturas y la vegetación circundante para que la construcción sea sustentable desde el punto de vista energético, es decir, que sea cálida en invierno y fresca en verano sin derrochar en sistemas de aclimatación.

Su distancia con el mar es la ideal, teniendo en cuenta las proyecciones de suba del nivel del agua para los próximos años.

Se ha incorporado la funcionalidad que aporta la tecnología, así es como Chakras del Este logra el equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza y la tecnología creada por el hombre.
 
Chakras está construida según los preceptos del Feng Shui y constituye el proyecto inmobiliario top de Punta del Este. Es el destino elegido por los inversores europeos y norteamericanos. 

Ubicadas a 4 kilómetros de La Barra, por el camino a San Carlos, Chakras del Este son uno de los proyectos más innovadores de los que empezaron a desarrollarse en el marco del boom de la construcción que vive el balneario; se estrenó hace dos años.

El valor de las chakras oscila entre los 700 mil y un millón de dólares y, según Zoilo Cantón –el empresario argentino que desarrolló el proyecto–, se construyó pensando en un cliente europeo, estadounidense o latinoamericano de muy alto nivel, más que en un argentino.

Sobre un terreno rectangular se recorta, de manera imaginaria, el perfil de una figura humana. Cada una de las siete casonas que integran el complejo está ubicada exactamente donde, según la filosofía hindú, estarían los chakras, centros bioenergéticos del cuerpo humano.

Cada una de las chakras cuenta con una vivienda para los caseros, laguna y piscina. Fuera de eso, prácticamente no hay nada común entre ellas, ya que cada una se corresponde con uno de los chakras del cuerpo humano: coronario, frontal, laríngeo, cardíaco, solar, sacro y base, cada uno de los cuales tiene un significado absolutamente distinto que se corresponde con colores, simbologías, elementos de la naturaleza y temáticas definidas. Cada una de las chakras tiene una filosofía de diseño y ambientación particular que la liga a un habitante con determinadas características de personalidad, estilo de vida, profesión y conformación de su familia.

Cada vivienda se entrega decorada y amueblada, lista para ser habitada según los principios del Feng Shui.
Además, antes de la planificación urbanística se hizo un estudio para localizar las venas de aguas subterráneas y los accidentes geográficos, y evitar que las casas quedaran emplazadas sobre ellos. De acuerdo con el Feng Shui, se eligieron formas que permitieran una mejor circulación de la energía, colores relacionados con el destino de uso de los ambientes y las orientaciones de los accesos –que en ningún caso miran directamente a la calle y están en su mayoría orientados al Este– y en los dormitorios, donde las camas jamás tienen su cabecera en el Este o el Oeste –relacionados con la muerte en esta filosofía–. Además, tal como lo aconseja la geobiología, debajo de las camas de las casas, bajo el contrapiso, se hizo una capa de vidrio molido que absorbe las radiaciones. 

El Feng Shui

El Feng Shui nació en China, en la región del Río Yantzne hace más de 3.000 años, provocado por la topografía, las inundaciones que producía el río y los vientos del norte, que obligaron a sus habitantes a protegerse de los efectos causados por la naturaleza del territorio.

Esta teoría fue transmitida de generación en generación pero, debido a su complicación, son necesarios años de estudio junto a un maestro para aprenderla. Las teorías de Feng Shui se basan en conceptos lógicos que se desprenden de causas y efectos de orden natural.

Todos los seres humanos se ven afectados por lo que les rodea, ya sea la estructura de un edificio, los colores, la luz o las hechuras de un mueble. Todos esos elementos pueden incidir directamente en la salud emocional de las personas.

El Feng Shui es un lenguaje de símbolos que interpreta la forma de una casa, la posición de un espejo o de una cama y su relación con el estado de ánimo de las personas. En resumen, es una forma de armonizar la vida del hombre y la naturaleza, que no promete cambios radicales, pero sí pequeñas mejorías que aumentarán la calidad de vida de quien lo aplique.

Por todo ello, la disciplina de Feng Shui establece el método de colocación que actualmente está revolucionando la forma de ubicar al hombre en su entorno, explicando cómo armonizar el hogar por medio de la aplicación de milenarios secretos chinos. Así, establece la mejor forma de disponer las distintas partes de la casa y ofrece los remedios para intentar hacer útiles aquellos espacios que no se puedan cambiar, por ejemplo una puerta.

Los principios de Feng Shui y los cinco elementos principales ayudan a equilibrar la energía de la casa y sus habitantes. No es extraño que una persona se sienta bien en una estancia y mal en la contigua. La meta del Feng Shui es decodificar esta íntima relación que une al hombre y a su entorno, afectando a su equilibrio emocional.

En resumen, es una forma de armonizar la vida del hombre y la naturaleza, que no promete cambios radicales, pero sí pequeñas mejorías que aumentarán la calidad de vida de quien lo aplique. Aunado a su aplicación en lugares que de por sí, tienen una energía muy especial, se dice que los resultados son espectaculares.

Una tendencia que ha llegado para quedarse.

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